Deporte clandestino en semáforo rojo (Crónica)
Deporte
clandestino en semáforo rojo
El origen de todo
A
finales del año 2019 se originó un problema que vendría a paralizar al mundo
entero. En la comunicad de Wuhan, china,
comenzó el ya muy conocido Covid-19; que
generaría que todas las naciones paralizaran actividades escolares, económicas,
culturales y lo más lamentable: el cierre de actividades deportivas.
Esta
pandemia desde su origen y hasta la fecha, ha generado incertidumbre en todos
los sectores ya mencionados; en nuestro país se ha adoptado el modelo de
semáforos, que de acuerdo al comportamiento de la sociedad, es como se irá avanzado
hacia un semáforo verde, de lo contrario, se regresará a semáforo rojo.
Lamentablemente
tenemos que trabajar para salir adelante, pero muchos consideran que el encierro ya no es opción y
salen a las calles, tal es el caso de los jugadores del famoso deporte urbano
conocido como “Frontón”.
¿Y después?
Como
todo miembro de la sociedad que se aburre en su casa, decidí salir a la unidad
deportiva conocida como “Deportivo Emiliano Zapata” ubicado en Ecatepec. Este deportivo
canceló todos los eventos de las ligas
de fútbol, basquetbol, voleibol y demás, todo como medida de precaución contra
el repunte de contagios.
Lo
único que había de actividad en el deportivo era el famoso deporte de frontón.
Clandestinamente dos grupos de jóvenes de 15 integrantes cada uno, se disputaba
“La gran liga”: así llamada por ellos. Los ánimos estaban a todo color, debido
a que se trataba de una revancha en la que el equipo de “Los Macuarros”
intentaba recuperar su honor frente a “Los Indestructibles”
El gran campion
La
gran liga se encontraba con los ánimos candentes, las grandes paredes
retumbaban al recibir los impactos de una pelota fabricada de un material tan
duro, que sería capaz de romper una cabeza al menor impacto. Los jugadores se
turnaban en sesiones de 15 minutos para poder proyectar con la mano los golpes
en la pelota y así poder definir al ganador.
La
regla de oro que llevaría a uno de estos dos equipos al triunfo, sería que
quien obtuviera mejor puntuación al no dejar que la pelota revote más de dos
veces en el suelo se llevaría “La gran corona”, sí, el gran premio es el
paquete de coronas (cerveza) que se apostaba en la justa deportiva.
“Los
Indestructibles” contaban con una plantilla de jugadores que no le temían al
más mínimo golpe de la pelota; se trataba de coladores, herreros y albañiles
que por el simple hecho de tener esos oficios, ya contaban con el callo en la mano que amortigua el golpe. “Los
Macuarros” estaban conformados por una pandillita de teporochos que anhelaban
ganar las coronas. Fue así como estos dos equipos, ambos con sus virtudes y
defectos, se arriesgaban en jugadas temerarias para ser los indiscutibles
ganadores.
El
esfuerzo y sobre todo la gran capacidad que deja tener las manos callosas, fue el punto clave para darle la victoria a equipo de “Los Indestructibles”.
Con tiros muy altos y una gran destreza y condición física, este grupo de
hombres se coronó nuevamente como ganador de esta justa deportiva.
Espíritu deportivo
El
gran premio de las coronas, no sólo fue para los ganadores, ya que fue
repartido todo entre todos los jugadores. Fue así como “Los Macuarros”, o mejor
dicho “los teporochitos” dieron saltos de alegría al ver que sus contrincantes
compartían el tan anhelado premio. ¡Bien por el gran espíritu deportivo!
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