Entrevista al señor Salvador Medina de la Rosa, Jefe Profeta de la Iglesia Eliasista de México A.R.

 

Salvador Medina de la Rosa nació el 28 de abril de 1976 en la Cuidad de México. Cuenta con estudios del idioma inglés, tiene conocimientos en el área turística, es técnico en aeronaves de ala fija y además se encuentra finalizando la licenciatura en pedagogía por la Universidad de Chiapas Plantel Iztapalapa. Su enseñanza ministerial la ha recibido en el Centro Eliasista de Estudios Ministeriales (CEEM), donde ha cursado el Bachillerato Teológico Eliasista y distintos módulos de formación sacerdotal.

¿Cómo fue que conociste y creciste en el recinto Moisés, Jesús y Elías, perteneciente al Espiritualismo Trinitario Mariano?

-       A este recinto pertenecí desde niño, hasta mi adolescencia. Mi madre asistió a este recinto, ella fue columna y desde que nosotros estábamos chicos nos inculcó la religión que se fundamenta por Roque Rojas.  Este recinto a estado por muchos años en la calle 3, cerca del metro aeropuerto; se dice que es uno de los recintos que fue fundado desde del Templo de la Fe y del Medio Día.

 Ramificaciones del eliasismo:http://www.iglesiaeliasista.org.mx/ramificaciones/

 

¿Qué cargos ocupaste dentro del recinto, o sólo eras congregación?

-        Solamente era congregación, si quise ser parte de los componentes, pero en ese entonces era muy difícil poder ser uno. Nos pedían que fuéramos a los desarrollos y después de un tiempo y si ellos veían que tenías el don, pues ya podías pertenecer.

Organigramas- Jerarquía Religiosa: http://www.iglesiaeliasista.org.mx/organigramas-jerarquia-religiosa/

¿A qué edad conoces la iglesia eliasista?

-      Fue a la edad de 18 años, conocí la iglesia por medio de la mamá de mi hija, la hermana Araceli García Oropeza, sacerdotisa consagrada y ungida. Cuando conocí a la hermana Araceli, ella ya pertenecía a la iglesia, fue ella la que me llevó a conocer lo que ahora es el Sello Supremo, que en ese entonces era la Séptima Iglesia Patriarcal de Laodicea.  

¿Por qué decides integrarte a la iglesia eliasista?

-       Decido integrante porque la iglesia eliasista respondió a muchas de las preguntas que yo me hacía acerca de Dios y de la religión. Yo veía con un poco de recelo a la iglesia, porque uno ve los símbolos y no los conoces y pues temes a lo desconocido, porque no sabes de lo que se trata; pero poco a poco conforme fui conociendo la iglesia, gracias a la hermana Araceli, decidí intégrame; también en gran parte por el estudio, en donde me di cuenta que esto era lo que había dejado Don Roque Rojas, originalmente. Mi decisión de integrarme a la iglesia fue con convencimiento y no por obligación o tradición.

 

¿Cuál fue el detonante que te impulsó para consagrarte sacerdote de la iglesia eliasista?

-       Fue el conocimiento que se imparte en la iglesia, cuando yo decidí ser sacerdote se abrió un círculo de estudio en el sello supremo, en donde se estaba preparando a todo aquel que quisiera participar y después de algunas sesiones, nos dijeron que era para ser sacerdote. Esto fue lo que me motivo a pertenecer y consagrarme, sin importar nada.

 

¿Qué cargos ocupó antes de ser jefe?  

-       Los cargos que tuve el honor de ocupar fue el de guardián de la tribu de Zabulón y fui el primer vicario del sello supremo.

 

¿Qué ocurrió la noche del 23 al 24 de diciembre del año 2012?

-       Fue el día de la firma del pacto de alianza, ese día fue escogido por el Gran Hijo del Sol como jefe profeta. Recuerdo que esa ocasión se dijo que el primero que entrara por la puerta iba a ser el profeta y, pues ese día me tocó a mí. Te cuento que ese día yo ni siquiera iba a ir a la sede suprema, pero el señor Dios me llevó para ocupar este cargo que hoy ostento.

Historia de la Iglesia Eliasista de México: http://www.iglesiaeliasista.org.mx/historia/

¿Qué consejo le darías a todos los hermanos que no leen?

-       Que en estos tiempos de crisis refuercen su fe en Dios. Uno de los caminos para encontrar a Dios es mediante la oración, nunca dejen de orar y acercarse a él. Pidamos al señor que nos libre de la enfermedad y de la desgracia. El señor no nos deja, nunca nos va a abandonar si nosotros no nos alejamos del camino, esto es mitad y mitad; debemos honrarlo con actos y mediante la oración de noble corazón, que la paz del Altísimo quede en sus hogares y en sus corazones.

 

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